martes, 16 de septiembre de 2025

Diario de Ruptura - Día 60

 Dos meses ya.

Te echo de menos. Hago mi vida sin ti y no estás en mi cabeza continuamente, pero te echo en falta. A ti o a tu hueco. A efectos prácticos, da igual.

Pasó lo que tenía que pasar: la vuelta a la oficina, a las pistas de baile, a verte casi cada día desde lejos o de cerca. Rodeada de recuerdos, además, porque septiembre fue nuestro primer mes real. Podría ser la representación de diccionario del "cerca y a la vez lejos". O lejos y a la vez cerca, mejor.

No he caído. Se que nadie apostaba a mi favor, quizá tú tampoco, que pasaran los meses y no volviera a buscarte. O que te tuviera tan cerca y no me acercara a hablar. Y lo he pensado, no pocas veces. Desde el ir a hacer un "cierre" que fuera decirte a la cara todo lo que no he dicho. O preguntarte como estás. O intentar retomar algo de contacto.

Pero... ¿para qué? Estoy orgulloso de lo sólido que lo tengo anclado, y la vez espero que no me falle: ¿para qué?

 No podemos ser amigos, sería abrir la puerta a demasiado dolor. Por saber la vida del otro, por volver a la dinámica que tanto preferías de aparecer y desaparecer según conveniencia, de pedir contacto y retirarlo a voluntad. No vale la pena.

No serviría tampoco decirte lo que pienso de tus últimos meses. Soltarte la tormenta. Te haría daño y, conociéndome, tampoco me ayudaría.

Y... ¿sentarnos a hablar? ¿Intentar encontrarle sentido y retomar? ¿Ver si tus promesas eran ciertas? "Mi intención es volver", dijiste. No, en el imposible de que hubieras decidido cambiar no has podido hacerlo tan rápido, y yo ya no quiero lo que me ofrecías, no puedo.

Todo esto sin considerar los principios, esos que tiré varias veces y que tengo que mantener vivos esta vez: los vínculos son cosa de dos. Demostré demasiado en el pasado y no puedo volver a la misma pauta. Estoy cansado de esta dinámica de persecución por mucho que parezca que me guste repetirla.

Así que... seguimos avanzando. Cada día un paso, aunque algunos sean hacia atrás, aunque a veces aún quisiera que me alcanzases. El tiempo cura, y el hacer las cosas bien, aún más. Dos meses.


sábado, 13 de septiembre de 2025

A mis obligaciones (Neruda)

Cumpliendo con mi oficio
piedra con piedra, pluma a pluma,
pasa el invierno y deja
sitios abandonados,
habitaciones muertas:
yo trabajo y trabajo,
debo substituir
tantos olvidos,
llenar de pan las tinieblas,
fundar otra vez la esperanza.

(...)
no me reservo nada
sino todo el espacio
y allí trabajar, trabajar,
manifestar la primavera.

(...)
y ya de mañana estoy vivo
mientras los otros se sumergen
en la pereza, en el amor,
yo estoy limpiando mi campana,
mi corazón, mis herramientas.

jueves, 11 de septiembre de 2025

Un mal día


Hoy no me apetecía demasiado escribir. Amenazaba tormenta y ha sido un mal día, en lo emocional. Triste, pero no triste desestabilizante, porque entonces sí que necesitaría soltarlo, sino simplemente triste. ¿"Triste estable" podríamos decir? Esa concienciación simultánea de que puedes con ello, pero también de que la sensación va para largo.

Sigo sintiendo la pena, y donde todavía no me ubico es entre la responsabilidad y la mala suerte. Intento alejarme de la victimización, por mucho que me pese lo absurdo. Qué necesidad había, en general. Quizás es el pensamiento del verano. Por otro lado, algún patrón he de estar repitiendo, si me he roto de la misma manera dos veces en el mismo año. No lo sé.

Pero al final del día, la tormenta no ha llegado. El azul ha presentado batalla, y lo importante sigue ahí. Todo esto pasará, estoy mejor que hace dos semanas y estaré mejor mañana. Los días como hoy también se merecen estar escritos, y me vale la pena tenerlos para el recuerdo. 

Creo que va llegando el momento de bajar el ritmo. Del "soltar" tranquilo, el vacío; no el soltar de supervivencia para evitar quemarse las manos, sino el del cerrar el libro y colocarlo en la estantería, para poder abrir uno nuevo. 

En fin. Esta es tu vida, chico. Vamos a por el otoño.

miércoles, 10 de septiembre de 2025

Sobre el querer y estar

Hay personas que quieren estar, y están, y a esas hay que cuidarlas. 

Hay personas que están, pero no te dicen que quieran estar. Es mejor verlas como pajarillos, sin apoyarse demasiado, por si deciden volar. No construirles una casa por si acaso, a pesar de las protestas.

Hay personas que dicen querer estar, pero no están, a estas hay que dejarlas marchar. Con cariño y comprensión, pero no podemos mantener vínculos unilaterales.

Hay quien dice no querer estar, pero está, o está a ratos. A estas hay que ayudarlas a irse. No estamos para irresponsabilidades. 

Lecciones del año: los vínculos son cosas de dos, se tiene que estar y querer estar, y eso se sostiene con hechos; las palabras y promesas en esto dan un poco igual.

martes, 9 de septiembre de 2025

Xua

 Vamos a jugar a un juego nuevo, una mezcla entre el escondite y el pilla pilla.

Lo primero es que desaparezcas, delante de mí, y te vayas a esconder. Me dices "necesito diez segundos" (o días o semanas) y yo me pongo a ello. Cuento, espero, y salgo a buscar. Atenta: es mejor que me lo pongas lo más difícil que puedas, aunque también es importante que me dejes pistas para que no te olvide, miguitas, que te dejes ver y reaparezcas, donde no tengas que estar, pero disimulando, que los dos podamos creer que no estás ahí para que te vea. Y como en el escondite inglés, que si me giro a mirarte, te quedes quieta como una estatua, pero con la sonrisa puesta, "pillada". 

Luego te vuelves a esconder y repetimos. Podemos alargarlo todo lo que queramos. Es verdad que al final se nos olvidará a qué estábamos jugando y uno o los dos ya se habrá ido a casa hace rato. Es un juego un poco absurdo, si lo piensas, pero parece que ya no nos queda más. 

¿Juegas?

lunes, 8 de septiembre de 2025

Love yourself

" You have to learn to love yourself before you can allow someone else to do it as well. That's it. There's nothing wrong with being single. There's nothing wrong with being alone. There's nothing wrong with taking time for yourself to work out who you are before you go out there into the dating world, because how can you offer who you are if you don't know who you are? There's nothing wrong with being selfish for a bit because you've got the rest of your life to be selfless. 

If you only love yourself at 20%, that means somebody can come along and love you 30% and you're like, "Wow, that's so much." It's literally less than half. Whereas if you love yourself 100%, that means a person that falls in love with you has to go above and beyond the call of duty to make you feel special, and that's something every one of us deserves. "

domingo, 7 de septiembre de 2025

Con cuidado...

 - Vale, a ver, te han echado tres veces este año. Una porque sí, otra por no estar lo suficiente, otra por estar demasiado. 

- La conclusión es que... 

- Da igual, pero tú no estás para relaciones. Entonces, las personas nuevas nos las tomamos con distancia. No conectamos. No nos preocupamos ni nos interesamos. No cuidamos. Así a lo mejor no profundizamos y podemos tener vínculo casuales. ¿De acuerdo?

- De acuerdo

"Siempre voy flotando, incluso cuando estoy triste"

Joder.

sábado, 6 de septiembre de 2025

Strangers

 "Soon we will be strangers.

No, we can never be that.

Hurting someone is an act of reluctant intimacy.

We will be dangerous acquaintances

with a history."

    Hanif Kureishi

viernes, 5 de septiembre de 2025

En otra vida

" Creo que cuando se escribe desde el corazón, no puede salir nada malo, nada cuestionable, nada digno de ser juzgado.

Te quise con todas tus partes.
Te quise en tus peores días y en tus mejores.
Te quise con esa cara seria a la que siempre lograba arrancar una sonrisa.

Te quise mucho.
Pero la vida no lo puso fácil.

Desde el principio, desde aquel primer instante, parecía que el mundo no estaba de nuestro lado. Tu vida, la mía, lo que nos rodeaba… todo parecía conspirar contra nosotros.

Ojalá me hubieras conocido en otro momento, en otra etapa.
Como te dije la última vez que hablamos: quizás en otra vida.

En otra vida quizá hubiéramos derrumbado los muros juntos, y no cada uno desde su soledad.
En otra vida quizá nos hubiéramos sostenido mejor, sin tanta distancia, sin tanto miedo.

Faltó comprensión, faltó comunicación.
Y, sin embargo, lo que más me duele es que lo que no faltó nunca fue amor.

Pero a veces —y eso cuesta admitirlo— el amor no siempre es suficiente.

Y aunque duela, acepto esta verdad como quien acepta la lluvia en mitad de un día gris: inevitable, necesaria, y hasta cierta forma de limpia.

Quizás en otra vida.
En esta, simplemente, aprendí a quererte y a soltar."

___________________________________________

Autor/a: @mariposasquemadas

jueves, 4 de septiembre de 2025

Día a día

 Supongo que es normal, que como con el vínculo, el cierre avance cada día.

Te noto lejos, distante. Te noto... extraña. No extraña al verte, que no te veo, extraña en la idea de que hace tan poco tiempo estuviéramos tan cerca y ahora... nada. Ajena, lejana.

Qué difícil que es encontrarse y qué fácil que es irse. No es justo, pero ya hemos pasado la parte de la injusticia que corta al "no tendría que haber así, no tiene sentido, pero así fue". 

Se que siempre soy el que busca, y el que llama a la puerta. Quizás (seguro) que es un problema, porque acostumbro a los demás a no tener que mostrar esfuerzo o interés. Viene de mi temor a que si no cuido, trabajo y me esfuerzo al máximo, la otra persona se irá, así que siempre busco yo. Y al principio me justifico con la lealtad y el cuidado, que me dicen que está bien dar más aunque reciba menos. Pero cuando ya no cabe duda que le corresponde mover a la otra persona, y necesito un esfuerzo explícito, deliberado, sigo atrapado por las propias dinámicas que yo mismo creo. Lo más que recibo son gestos ambiguos, la puerta medio abierta, camuflando el interés por si llega el rechazo. Pero es que todos tenemos ese miedo, a todos nos toca saltar el charco sin saber si podremos. Y yo siempre acabo con los pies mojados.

Uno de los aprendizajes recientes es que aunque pueda justificar el daño, no puedo justificar la falta de reparación. Hiéreme porque no has podido evitarlo, pero no me niegues el reconocimiento del daño, de la responsabilidad, y la propuesta para que no vuelva a pasar. Si no, el otro aprendizaje reciente es que me tengo que alejar, aunque no quiera, aunque hubiera preferido irte a buscar otra vez más. Pero por mí y los míos, si no nos vamos a encontrar en el medio, yo me tengo que marchar.